Aplicación de la capacidad bactericida
del cobre en la práctica médica
Antecedentes: El cobre es esencial para el metabolismo celular en animales y plantas y por lo tanto para la vida. A lo largo de los siglos, el cobre ha sido identificado como un metal que contiene propiedades antimicrobianas. En los últimos años, los ensayos de laboratorio y los estudios clínicos han puesto de manifiesto que las superficies de cobre metálico o sus aleaciones, que contienen al menos 70% de cobre, eliminan en unas pocas horas varios organismos patógenos incluyendo cepas bacterianas asociadas con las infecciones nosocomiales, virus de la gripe, el VIH, y los hongos tales como Candida albicans.
En marzo de 2008, la Agencia Americana de Protección Ambiental (EPA), apoyada por la evidencia científica reunida hasta la fecha, el cobre registró como el primer y único metal con propiedades antimicrobianas. En esta revisión se revisan ciertos mecanismos propuestos para la actividad antibacteriana, antiviral y antifúngica de cobre.
También se estudia in vitro y estudios de eficacia clínica se desarrollan en todo el mundo y en Chile, centrándose en la actividad bactericida de áreas de superficie de cobre en comparación a los materiales utilizados típicamente en ambientes hospitalarios tales como acero inoxidable y polímeros.
La evidencia científica recopilada hasta la fecha, muestran sistemáticamente que el uso de superficies de cobre en los puntos críticos de contacto de alta en los hospitales, reduce significativamente la carga bacteriana del medio ambiente. Esto se asocia con una disminución del riesgo de transmisión de patógenos a los pacientes y, por tanto, representa un interesante complemento a los programas de control de infecciones.
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